De lo macro a lo micro y viceversa

images-3El mundo actual contiene muchas paradojas. Nuestra sociedad cada vez tiene menos tiempo para sí misma. Muchas personas, para sortear las reiteradas crisis, se han visto forzadas no sólo a trabajar más horas sino también a tener dos trabajos. Uno creería que los que tienen afición por la lectura en un entorno así preferirían leer obras cortas, como cuentos o poesías, a emprender la lectura de una pesada novela.

Sin embargo, éste último es el caso. Muchos lectores prefieren refinarse tres tomos de una novela de Murakami, a leer, digamos, los cuentos de Alberto Chimal. Es más, entre mayor la cantidad de páginas mejor.

Con la irrupción de las redes sociales, muchas cosas han cambiado o están empezando a cambiar.

El tuiter fue concebido como un medio para que la gente, de la manera más sucinta, diera noticias tanto personales como de interés general.

Siendo un medio abierto para cualquiera, su uso varía del reporte más banal, «Voy al baño, no me tardo», a la crónica más elaborada, «La exposición de los aguafuertes de Picasso no sólo estuvo bien curada, además pecó de excelsa».

Algunos autores, de esos que gustan de la experimentación tanto estética como mercadotécnica, han explorado las posibilidades de esta red social publicando algunos de sus cuentos y poemas. En el primero de los casos, lo hacen de dos formas: 1) se ajustan a los 140 caracteres que el tuiter permite y «publican» un nanocuento (para mí son micro, pero los tiempos post-modernos tienden a exagerarlo todo); o 2) publican un cuento más extenso dándolo a conocer por entregas; es decir, por medio de tuits que aparecen día con día a horas bien definidas.

Algunos lectores han empezado a consumir estas «nuevas» formas literarias (a pesar de que hace mucho Monterroso, a pesar de que el siglo XIX y sus novelas por entregas), y se han aficionado tanto a ellas que las devoran. Algunos, inclusive, se han atrevido a escribir las propias.

¿Usted qué opina? ¿Cree que la Internet modifique no sólo cómo compramos nuestros libros sino también las formas de escribir eso que llamamos literatura? ¿La red de redes nos estará llevando inexorablemente a un escenario en donde habrá cada vez más escritores y menos lectores?

Acerca de Enrique Boeneker

Soy aficionado a una bola de cosas. Peco, es verdad, de disperso. Ésta es una más de entre todas mis aficiones. Ver todas las entradas de Enrique Boeneker

8 respuesta a «De lo macro a lo micro y viceversa»

  • Veronica

    Querido Enrique:
    Las redes sociales, Internet en términos más generales, han cambiado nuestros hábitos como consumidores. Me pregunto y agrego a tus preguntas, ¿será Literatura «eso» a lo que muy generosamente denominamos así? ¿seremos menos exigentes? ¿tendremos un conocimiento más «democratizado» (más al alcance de todos) y seremos paradójicamente más ignorantes?
    Preguntas que nos preguntamos.
    Un beso.

    Le gusta a 1 persona

    • Enrique Boeneker

      ¡Zaz! Y que Verónica le da al blanco.
      No sé qué pensar al respecto (por eso mi entrada en La Tertulia). De muchas formas hemos estado expuestos a la poca calidad, en este caso literaria. Los diarios de todo el mundo llevan su buena dosis de antiliteratura y antitodo (que no es lo mismo que antídoto). La cuestión ahora es que los medios se multiplicaron y son ubicuos.
      Sólo se me ocurre una respuesta a tus preguntas: educación. Es lo único que debemos por sobre todo procurar.
      ¡Un abrazo!

      Le gusta a 1 persona

      • Veronica

        Siempre es estimulante este diálogo (y sus pausas obligadas por los hemisferios y los husos horarios) contigo. Creo que la educación y la instrucción son claves. Lamentablemente no creo que, en lo que me rodea (y sin poner en tela de juicio – aunque bien podría – las intenciones de las autoridades) vayamos en el sentido que la calidad merece. Abro un signo de interrogación expectante.
        Un beso.

        Le gusta a 1 persona

      • Enrique Boeneker

        Hola, Verónica.
        El problema mundial es la educación. Se la hemos confiado al estado la mayoría de las naciones y los resultados no han sido del todo buenos en muchos de los casos. En México, para no variar, las cosas están muy mal: la educación es una herramienta de extorsión del sindicato de maestros. El año pasado se aprobó una reforma educativa que procuraba la calidad por medio de la capacitación. Ésta no ha podido ser implementada gracias a la actitud timorata del gobierno y porque «viola logros sindicales». Como en muchos países, en México se acatan las leyes pero no se cumplen.
        Entonces me apena coincidir contigo (no porque coincidir contigo sea penoso, sino por la circunstancia que nos aqueja). Si siguen así las cosas, no nos quedará más que escribir guiones de telenovela o las crónicas amarillistas de la revolución de la ignorancia.
        Un abrazo.

        Le gusta a 1 persona

  • Borgeano

    Como siempre, Enrique, tus preguntas no son sencillas de responder y, también, son muy ricas, dignas de plantearse en una buena charla entre amigos, en el viejo «café de la esquina». Creo que siempre han existido esas personas que escriben «porque sienten la necesidad»; sólo que antes esos escritos quedaban en un cuaderno y hoy se «publican» en la red de manera indiscriminada. De todos modos, no creo que esas personas sean lectoras, del mismo modo que antes tampoco leían (fíjate que las personas que no son lectoras y que sienten «la necesidad de escribir» lo primero que hacen es abocarse a la poesía, la cual es la más difícil de llevar a buen puerto).
    Los lectores siempre hemos sido minoría, no creo que eso vaya a cambiar con el advenimiento de internet.
    Un abrazo.

    Le gusta a 1 persona

  • Enrique Boeneker

    ¡Hola, Borgeano!
    Como siempre es un gusto tenerte por estos rumbos. Creo que la Internet además de permitir hacer público lo inconfesable (es decir, los textos que antes se quedaban bien guardados en un cuaderno) nos puede llevar a escenarios en donde la ignorancia y la incompetencia se pueden multiplicar impunemente.
    También debemos reconocer que como hay parajes de gran desolación, también los hay promisorios. La Internet, a su vez, es un medio eficaz para promover la cultura.
    En otro orden de ideas, estaría fenomenal que algún día pudiéramos coincidir y compartir en el «viejo café de la esquina».
    Abrazo de vuelta, amigo viajero.

    Me gusta

    • Borgeano

      Sin duda que es así, Enrique, también aquí estamos de acuerdo. Creo que internet es un sitio maravilloso; pero sin duda que también permite lo peor de nosotros (desde permitir la cobardía de quienes comentan o insultan desde el anonimato hasta quienes delinquen o trafican con personas o pornografia). Como toda herramienta humana, depende del uso de la mano que la sostiene (el viejo ejemplo del martillo: lo puedes usar para construir una casa o para partirle la cabeza a alguien).
      Lo otro, dalo por hecho Alberto; nada me daría kás placer que compartir una charla y una cerveza o lo que sea contigo. En este momento y debido a un pequeño tropiezo en Lima, Perú (me robaron algo de efectivo y la tarjeta de débito); me encuentro detenido en Colombia (detenido de «parado» no de «preso») hasta que mi hijo me envíe algo de dinero fresco y pueda seguir rumbo norte. Ya te haré conocer cuando ande cerca de tu latitud.
      Un fuerte abrazo.

      Me gusta

Replica a Veronica Cancelar la respuesta